Como los productores de todo el territorio tlaxcalteca, se declaró enemiga dei intermediarismo, de funcionarios que no pudieron con el el encargo de distribuir con transparencia los programas federales
Dulce Silva expresó su admiración por las mujeres y los hombres del campo, “ellas y ellos nos proveen de alimentos, y al mismo tiempo son ejemplo de tenacidad, de honradez, de sabiduría y amor por la tierra”.
Son la bendita metáfora que obra en la fertilidad de nuestra madre tierra, la cuidan, la siembran, la riegan, la abonan, y cosechan, todo dentro de la más admirable armonía, que se transforma en maíz, en trigo, cebada, en verdes alfalfares, en los duraznos más exquisitos, en especias y hierbas de olor, en el nutritivo amaranto.
Si gracias a este sector tenemos alimentos frescos y nutritivos, jamás deberá escatimarse el apoyo, no solo en apertura de nuevos y mejores mecanismos de comercialización, sino en garantizar su salud, la gratuidad de medicamentos, el derecho de los jóvenes campesinos a la Educación Superior.
Pueden estar seguros de la compartida planeación para vincular al sector empresarial del país y así abonar en la tecnificación de las parcelas, armonizando con las políticas sociales de la Cuarta Transformación (4T).
Como ellos, somos enemigos del intermediarismo, de funcionarios corruptos que se las han ingeniado para”mochar” los programas federales, y a pesar de saberlo se hacen promoción personal asignándose engañosamente premios a lo que llaman productividad, cuando la realidad demuestra su incapacidad para cumplir con el reparto honesto de dichos apoyos”.
El campo es, “tierra fértil para detonar el progreso”. Nuestra expectativa es muy alta. Sabemos donde tocar puertas y construir puentes en lo que debe ser una politica actualizada de apoyo al sector primario.
La pandemia causa demasiado daño a los productores. Entonces impulsémolos comenzando por garantizar su salud. Y también seamos ejemplo de honestidad y transparencia para que las ayudas del Gobierno les lleguen completas.