Destacó que es una auténtica convencida de la fórmula aliancista, de la suma y multiplicación de esfuerzos.
La senadora Minerva Hernández entregó al presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, su carta de intención para encabezar la candidatura a la gubernatura en Tlaxcala, así como la eventual coalición con otras fuerzas políticas que se realice en esa entidad.
En la sala Efraín González Luna de la sede nacional, la senadora acudió acompañada por el jefe estatal José Temoltzin, y el delegado en el estado, Rafael Micalco.
El Presidente Nacional del PAN reconoció el trabajo y trayectoria que tiene la senadora, a quien le externó todo su apoyo y le deseó éxito en la determinación que se tome a nivel local.
Como lo señalé anteriormente, destacó, iremos con una mujer que posea una amplia experiencia política y legislativa, con un conocimiento a profundidad de la problemática del estado, con una trayectoria limpia y, sobre todo, con un gran amor por Tlaxcala, para encabezar un buen gobierno.
Por su parte, Minerva Hernández destacó que es una auténtica convencida de la fórmula aliancista, de la suma y multiplicación de esfuerzos y voluntades en favor de la sociedad tlaxcalteca, ante el ejercicio de poder que hoy impera en nuestro país, donde todos somos testigos de la destrucción que día con día protagoniza el gobierno federal, de su soberbia y prepotencia en el poder legislativo y los estados que gobierna.
“No podemos permitir que siga socavando la democracia que tantos años ha costado construir. En importantes segmentos de la población se escuchan las voces que exigen colocar en el centro de la agenda pública a las y los ciudadanos”, dijo.
Puntualizó que la economía se encuentra en crisis, la salud ha sido golpeada abruptamente y hoy la escasez de medicamentos y tratamientos alcanzan niveles de marcada impotencia y tristeza ante las familias mexicanas.
Por ello, expuso, se debe demostrar que “somos capaces de conseguir un proyecto que tenga como principales latidos los corazones de la sociedad tlaxcalteca, esos latidos que muevan las almas, como lo decía Gómez Morín, y que hagan del gobierno de Tlaxcala, un motor que impulse al estado, para hacer de él, una entidad ordenada y generosa”, concluyó.