La candidata, Eréndira Jiménez al gobierno del estado de Tlaxcala, por Movimiento Ciudadano, convenció a la ciudadanía de que su plataforma de gobierno está sustentada en programas y acciones claras, sólidas y contundentes. En el primer debate rumbo a la gubernatura, la abanderada de Movimiento Ciudadano expuso de manera general sus propuestas para fortalecer la seguridad pública, combatir la violencia en contra de las mujeres y para robustecer al sector salud.
En las intervenciones que tuvo demostró civilidad y madurez política, pues se condujo de manera congruente con sus causas, privilegió siempre la presentación de propuestas para dar a la ciudadanía la oportunidad de analizarlas y diferenciarlas: “La divisa de mi actuación pública es mi absoluta sororidad con todas las mujeres, la cual me obliga a expresarme con respeto sobre todas mis compañeras, sin importar la disparidad ideológica, o al menos partidista que nos opone”.
Con respecto a la salud pública, señaló que la pandemia por COVID-19 puso en evidencia la capacidad de respuesta para enfrentar una emergencia de esta magnitud, propuso la adquisición de “hospitales de campaña” con capacidad masiva que se desplegarían en corto plazo para utilizarse en casos de necesidad de hospitalización numerosa, además de la capacitación continua de médicos tlaxcaltecas en el rubro de epidemiología.
También, aseguró la atención de primera en los servicios de salud, con calidad y calidez, medicamentos para combatir todas las enfermedades a favor de todas las personas, e Infraestructura Hospitalaria suficiente y especializada. En este sentido, anunció la construcción del Hospital de Enfermedades Renales y otro de Traumatología.
Resaltó la consolidación de siete hospitales generales y siete comunitarios, para contar con 14 en total, así como más plazas para médicos especializados en neurología y medicina interna.
En el área de seguridad pública, ofreció seguros de vida y trato digno para policías, así como salarios justos e incentivos para extinguir la corrupción, de la mano de la dignificación a las condiciones laborales y el reconocimiento a los buenos elementos.
Remarcó la importancia de la profesionalización, modernización y equipamiento de las corporaciones policiacas para brindar garantía los ciudadanos de cercanía, respeto de los derechos humanos y confianza.
“Ser policía no es una chamba, es una vocación, una carrera en la que es muy importante el apego a los protocolos y un actuar confiable y siempre de lado de la ciudadanía, para ello debemos garantizarles salarios dignos y tratos justos, necesitan capacitación, equipamiento e incentivos, solo así podremos extinguir la corrupción”, abundó.
Del mismo modo, propuso tecnología de punta para calles más seguras con infraestructura actualizada con cámaras de video en la vía pública y patrullas, centros de monitoreo, botones de pánico en la vía pública para el uso ciudadano y un sistema de reconocimiento de placas vehiculares así como la incorporación de drones.
“Delito que no se nombra no se combate ni se castiga”, señaló Eréndira Jiménez en relación al bajo registro de feminicidios en la entidad, expresó que el número de casos refleja la inadecuada clasificación de los asesinatos de género en contra de las mujeres, por lo que es relevante reconocer que los feminicios son un problema real e importante en Tlaxcala.
En este tenor, propuso la creación de la Fiscalía Especializada para la Atención de Feminicidios y Trata de Personas que actuará de manera cooordinada con el Centro de Justicia para las Mujeres y el Instituto Estatal de la Mujer como órgano autónomo.
Aseguró mano dura contra feminicidas y la investigación de todas las denuncias de abuso o violencia contra las mujeres, así como la implementación de mecanismos eficientes de denuncia para los casos de abuso o violencia contra las mujeres.
En el tema de la trata de personas, señaló que para combatir y castigar este delito, impulsará la creación de programas efectivos que atiendan las causas y prevengan los mecanismos empleados por los tratantes de personas, se fortalecerá a las instituciones encargadas de proteger, prevenir e investigar los delitos de trata de personas y dará rrespaldo a las organizaciones civiles que colaboran en este esfuerzo.
De manera paraela se brindará capacitación constantemente a las instituciones procuradoras de justicia y se trabajará de manera coordinada con la federación y los municipios con estrategias de alerta para la reacción inmediata para proteger a mujeres en peligro.
Al recordar que inició su campaña en el municipio de Tenancingo, corazón de la explotación y trata de mujeres con fines sexuales, ponderó la total voluntad política para luchar contra esta aguda problemática, que tanto lacera a las mujeres y a las niñas tlaxcaltecas.
Cuando concluyó este ejercicio democrático, la abanderada de Movimiento Ciudadano señaló que su plataforma de gobierno privilegia acciones en favor de la gente, teniéndola como centro y en una relación más horizontal, con más participación en la vida democrática y en la toma de decisiones, a diferencia de los demás proyectos:
“Respeto profundamente todas las propuestas vertidas, sé, que estas tienen como finalidad llevar a Tlaxcala a mejores condiciones de vida, aunque por vías distintas. Resulta observable que hay dos criterios generales en la construcción de las propuestas. Por un lado, están aquellas que buscan continuar y hasta expandir la concentración de poder político bajo una sola visión de la realidad, e incluso excluir, perseguir y castigar a toda idea que sea diferente a las de los neocentralistas del poder y por otro lado, está el criterio que busca el empoderamiento de la ciudadanía”.
En este sentido, hizo un llamado a apelar al ejercicio de la razón individual y no caer en el error de seguir con fe ciega el canto del caudillismo mesiánico: “Demos paso a una nueva sociedad, sin discriminaciones, ni intolerancias, seamos la primera entidad en contar con derechos plenos para todas y para todos Instauremos de una vez y para siempre, la sociedad igualitaria para mujeres y hombres.
A donde las mujeres podamos vivir libres de todo tipo de violencia, sin marginaciones, y siendo parte activa del ejercicio de los asuntos públicos.
